Quizás son los años, quizás la experiencia, quizás que ya nada es como antes, pero la realidad es que la blog-esfera Linuxera está muy aburrida. Yo mismo me encuentro sin motivación, sin ganas de escribir. Debe ser eso, que ya nada es como antes.
Antes, entrábamos como polillas a los blogs buscando aplicaciones novedosas, alternativas para suplantar las que ya conocíamos en Windows o en Mac, o en buena lid, para resolver algún que otro problema recurrente, algo que no dejaba que nuestra experiencia fuese completa.
¿Qué tenemos hoy? Distribuciones cada vez más estables, aplicaciones que hacen lo que deben hacer y no aportan novedad alguna, o muy poca, y por ende, blogs que se copian unos a otros, o que viven de Reviews (reseñas para el que lo prefiera) de distribuciones o aplicaciones que en realidad, son mas de lo mismo, o lo que es peor, que solo crean artículos de polémica con tal de que alguien publique algún comentario. Claro, siempre se puede leer algún que otro artículo de calidad, pero ya queda poco de eso.
Y ojo, me incluyo, yo mismo he caído en esos artículos donde con toda buena intención trato de mostrarle a los demás algún que otro software que ha llamado la atención, pero en el fondo, muy en el fondo, sé que falta algo, o mejor dicho, nos falta algo. Este blog nació para hablar de Windows, de Mac, de Android, de Linux por supuesto, pero ¿saben qué? me pesa, me siento demasiado vago como para dedicarle el tiempo que cada uno de estos sistemas operativos conlleva.
Creo que me está cayendo la crisis existencial que de vez en cuando azota la alopecia de mi amigo Yoyo Fernández, y es triste que esto pase, porque en lo más profundo de mi ser, hay unas ganas enormes de compartir, de comunicar, de informar. Tal vez, sea más cómodo dedicarme a la nueva tendencia del Podcast, o hacer más Screencast (de hecho estoy preparando una serie de vídeos que a mas de uno puede interesar), pero lo digo en serio, escribir con tan poco tiempo, me pesa.
Y si, lamento darles toda esta «muela», producto quizás, de un Sábado aburrido donde la costumbre se me acuesta encima como mujer deseosa y no me deja moverme. Y mire usted, acabo de caer en lo mismo que he criticado más arriba.
Deja una respuesta